La fiesta en honor de San Isidro Labrador exhibió ayer todo su esplendor: desfilaron 21 carretas de particulares y diversos colectivos y 24 grupos folclóricos y parrandas de toda la isla. Los vecinos de la calle El Calvario engalanaron sus balcones y fachadas con adornos tradicionales. Y, sin duda, el mayor espectáculo de esa calle, lo da mi familia. Desde que tengo recuerdos, mis tías año tras año, me mandaban a cortar flores, colgar tapetes y vestir muñecas con trajes típicos. Claro que mi lugar favorito, en los preparativos y durante la romería, siempre será la cocina. Mi tía Alicia con su frangollo, Braulio inventando, Mima y sus garbanzas, todo ello acompañado de un buen vino de Tacoronte traído por Epifanio. Esos olores de la niñez son los que te acompañan durante tu vida, o eso dicen, y está claro que la romería es mi referente olfativo.
Ayer no fui, y ya son dos años sin participar. Dos años sin ver como amigos, vecinos y turistas,aprovechan la ocasión desde primera hora de la mañana para echarse una cuarta de vino, un huevo duro y una pella de gofio, invitados.
Lo peor es que ayer acompaño el buen tiempo, vamos que estaba despejado pero ni pizca de calor, lo que uno agradece cuando se pone el traje típico. A mi las tías me regalaron hace unos años el de La Orotava, colorido y bonito pero con unas botas mortales, tienen botones pa' dar y regalar y unos ojales que échate a correr.
Espero poder asistir el año que viene, antes que las fuerzas o las circunstancias hagan abandonar a mi familia de tan magnífica tradición.
Los conquistadores de las islas quienes, llegados a Tenerife a mediados del siglo XV trajeron tradiciones ligadas con las fiestas del Carnaval que se celebraban también en todos los dominios de la Corona.
Los antecedentes de las máscaras del Carnaval eran las denominadas tapadas de Santa Cruz, quienes iban a la fiesta de la Calle del Pilar con sus rostros cubiertos. Tras la caída de la Segunda República y el comienzo de la Guerra Civil Española (1936-1939), se veta el carnaval hasta la década de los setenta.
A partir de 1945, los tinerfeños comienzan a celebrar el Carnaval de forma clandestina y en 1965 se acordó solicitar que las Fiestas de Invierno, como antes denominaban a los Carnavales, fuesen declaradas de interés turístico, por lo que dos años más tarde, en 1967, el Carnaval se convirtió en Fiestas de Interés Turístico Nacional. El nombre de Fiestas de Invierno se mantuvo hasta 1976, año en que de nuevo, y ya sin las censuras que caracterizaron la dictadura franquista, adoptaron la denominación de Carnaval.
El 18 de enero de 1980, el carnaval de Santa Cruz de Tenerife alcanzó su más alto reconocimiento, al ser declarado Fiesta de interés Turístico Internacional por la Secretaría de Estado para el turismo.
Y hasta aquí la clase de historia, que yo nací en el 82. Los Carnavales en los últimos años se han convertido en una gran atracción turística pero siguen manteniendo su esencia, carnavaleros de todas las edades que se reunen a hacer sus disfraces, se pelean por las murgas y reivindican que Santa Cruz o Las Palmas tienen la mejor fiesta.
Como nuestra compañera destacó hace unos días la importancia de los carteles del Carnaval, estos son algunos de los que guardo un buen recuerdo, por motivos muy variados.




Aunque a mi las dos cosas que más me gustan del Carnaval son: LAS MURGAS Y EL DISFRAZ.
Y yo, a parte de ser del Barcelona, de la Marvel (excepto mi Superman),adicta al chocolate, al vino y al queso, pues también soy de LOS DIABLOS LOCOS!!!!!!!
Esta es una de las genialidades de mis chicos este año, La Bodega de Damián. (la calidad es bastante pobre, i algun murguero lo tiene mejor grabado que me lo pase)
Aunque este año Triqui-Traques, celebrando su 40 aniversario se llevó el primer premio de actuación de la mano de Juan Lucas Mujica.
Y sobre los disfraces poco que decir este año, sigo con la pata chula, asi que tendré que conformarme con ver a los demás. Seguro que La Manigua, recordará nuestro "Tranbiá" de hace un par de años, las birras, las discusiones sobre su diseño aerodinámico y el olor a pegamento chungo, nada no te preocupes que algun día volveremos a hacer de las nuestras.
Por último os dejo la canción de este año con los Orishas:


Halloween o la Noche de las brujas es una fiesta proveniente de la cultura céltica que se celebra en la noche del día 31 de octubre. Los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase "Truco o trato" o "Dulce o truco". Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta. Halloween es una derivación de la expresión inglesa All Hallow's Eve (Víspera del Día de los Santos). Se celebraba en los países anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el Reino Unido. Pero actualmente se celebra en casi todos los países occidentales con mayor o menor presencia. Aunque la palabra Hallowen tiene su significado celta que significa: "hoy entrego mi alma".

La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo asustados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces. Es así pues una fiesta asociada a la venida de los dioses paganos a la vida.